Descubriendo a Linya, la mujer de La Noguera: Restos del Homo sapiens sapiens encontrados en Lleida
En la Cova Gran de Avellanes-Santa Linya, Lleida, se han encontrado restos que nos permiten reconstruir la historia de los últimos 50.000 años de las personas que habitaron la región. Desde los neandertales hasta los primeros agricultores y ganaderos, estos restos nos brindan valiosa información sobre nuestros antepasados. Sin embargo, hasta ahora nunca se habían localizado restos óseos de los individuos que vivieron en esta cueva.
¡Prepárate para un viaje en el tiempo y descubre los secretos que los huesos de Linya, la mujer de La Noguera, nos revelan sobre nuestra historia!
Los rasgos característicos de Homo sapiens sapiens
Los restos encontrados en la Cova Gran pertenecen a una mujer a la que se ha bautizado como “Linya, la mujer de La Noguera”. Se han descubierto dos fémures, uno de ellos conectado a la pelvis, así como huesos largos de las extremidades superiores e inferiores y falanges dispersas. Aunque el cráneo y el esqueleto axial están poco representados, la datación del estrato donde se encontraron los restos indica que la mujer murió hace entre 14.350 y 14.100 años, correspondiendo al Paleolítico Superior Final, a finales del Pleistoceno.
Herramientas utilizadas por los Homo sapiens
La combinación de distintos análisis paleoantropológicos, forenses, genómicos y arqueológicos nos proporcionará indicadores para conocer la anatomía y el patrimonio genético de las poblaciones de cazadores-recolectores del final del Pleistoceno en el nordeste de la península Ibérica. Debido al estado de conservación de los huesos, se han aplicado procesos de estabilización y preservación para futuros estudios.
El depósito de los restos en un receptáculo natural
Los restos de Linya fueron encontrados en un espacio delimitado por bloques de grandes dimensiones que se habían desprendido de la visera del abrigo. Se está investigando si los huesos de las extremidades fueron desplazados hacia el cubículo, mientras que el esqueleto axial y el cráneo permanecieron protegidos bajo uno de estos bloques. Este descubrimiento plantea interesantes preguntas sobre cómo se depositaron los restos y cómo se desarrollaron los procesos de enterramiento en la época.
Los cambios ecológicos en el momento del hallazgo
Los restos de Linya datan de un momento crítico en términos climatológicos, durante la oscilación de Bölling/Allerød, caracterizada por un aumento de la temperatura y la pluviosidad. Los estudios indican que los grupos humanos que se asentaron durante la Última Glaciación utilizaron como combustible únicamente madera de pino de montaña, lo que sugiere condiciones climáticas más suaves en el intervalo en el que se encontraron los restos de Linya. Estos cambios ecológicos pueden haber influido en los patrones de vida y subsistencia de las poblaciones de la época.
Los restos sapiens en la península ibérica
El descubrimiento de restos humanos atribuidos al Paleolítico Superior Final es escaso en la península ibérica, lo que hace que los restos encontrados en la Cova Gran sean de gran importancia para comprender mejor a estas poblaciones. Además, se ha realizado un estudio paleogenético que muestra estrechos vínculos entre las poblaciones humanas de Europa Occidental y las de la península ibérica. Los restos de Linya ayudarán a evaluar esta conexión y a ampliar nuestro conocimiento sobre la dispersión de Homo sapiens sapiens en la región.
Las implicaciones del descubrimiento
El equipo de investigación espera que el descubrimiento de Linya permita revelar información sobre los comportamientos y decisiones tomadas por las personas ante la muerte. Estos restos plantean múltiples desafíos que se esperan desvelar en los próximos años, y nos invitan a reflexionar sobre nuestra propia existencia y el legado que dejaremos atrás.
Los restos del Homo sapiens sapiens encontrados en la Cova Gran de Avellanes-Santa Linya, Lleida, nos brindan una ventana al pasado y nos permiten reconstruir la historia de las personas que habitaron la región hace miles de años. A través de estos restos, podemos aprender sobre la anatomía, el patrimonio genético y los comportamientos de nuestros antepasados. El descubrimiento de Linya, la mujer de La Noguera, plantea numerosas preguntas y desafíos que esperamos resolver en los próximos años, y nos ayuda a comprender mejor nuestra propia existencia y conexión con el pasado.