El sorprendente hallazgo de Ricardo III: ¿Quién lo encontró?
Ayer, 4 de febrero, la Universidad de Leicester dio a conocer en el Canal 4 la primera fotografía de los restos humanos encontrados debajo de un aparcamiento en el centro de la ciudad de Leicester, enterrados bajo la que fue la iglesia de los Frailes Grises. Los arqueólogos han determinado que los huesos pertenecen a Ricardo III, el monarca medieval de Inglaterra.
“El pasado siempre está presente en los huesos que dejamos atrás”.
Después de que los restos fueran encontrados en septiembre, el análisis preliminar sugirió que el hombre al que pertenecieron había sufrido heridas traumáticas en la cabeza, seguramente por heridas de alguna batalla. Parece que alguien había cortado una parte considerable de la base del cráneo, además de infringirle una herida claramente visible en la parte superior de la cabeza.
Esta segunda lesión deja visible que dejó colgando dos capas de huesos. Esta herida no fue causada por un cuchillo: algo había perforado un pequeño agujero en el cráneo. Mientras que se desconoce el arma que ocasionó esta segunda herida, una tradición galesa cuenta que Ricardo III fue derribado por un golpe de hacha del mercenario Gardynyr Wyllyam. Ambas heridas en la cabeza fueron mortales.
Perfil de Ricardo III
La doctora Jo Appleby, profesora de Bioarqueología Humana en la Escuela Universitaria de Arqueología e Historia Antigua, que dirigió la excavación de los restos, ha llevado a cabo un examen mucho más detallado del cráneo. Han construido un perfil biológico de sus características, además de examinar cuidadosamente el esqueleto en busca de rastros de una muerte violenta.
Los restos fueron encontrados en el lugar donde se creía que Ricardo III fue enterrado después de su muerte en la batalla de Bosworth en 1485. Además, las evidencias de escoliosis en su cuerpo junto con los traumas de una posible batalla, junto con el examen de ADN, determinaron que el esqueleto se trataba, efectivamente, del rey Ricardo III.
Datos históricos sobre Ricardo III
Ricardo III nació el 2 de octubre de 1452 en el Castillo de Fotheringhay, en Northamptonshire, Inglaterra. Fue el último monarca de la Casa de York y gobernó desde 1483 hasta su muerte en 1485. Su reinado estuvo marcado por la Guerra de las Dos Rosas, un conflicto dinástico entre las casas de York y Lancaster por el trono de Inglaterra.
Curiosamente, Ricardo III es conocido por su participación en la batalla de Bosworth, donde fue derrotado y asesinado, poniendo fin a la guerra civil. Su muerte marcó el comienzo de la dinastía Tudor en Inglaterra, con el ascenso al trono de Enrique VII.
Presentación del protagonista en Ricardo 3
El hallazgo de los restos de Ricardo III ha generado un gran interés en la comunidad teatral y literaria. El monarca ha sido retratado de diversas formas a lo largo de la historia, pero es especialmente conocido por su representación en la obra de teatro “Ricardo 3” de William Shakespeare.
En la obra, Ricardo III es presentado como un personaje ambicioso, maquiavélico y despiadado, dispuesto a hacer cualquier cosa para alcanzar el poder. Su famosa frase “Un caballo, un caballo, mi reino por un caballo” es un reflejo de su desesperación y su caída en desgracia.
La polémica sobre la representación de Ricardo III en la obra de Shakespeare ha sido objeto de debate durante siglos. Algunos críticos argumentan que la obra retrata al monarca de manera injusta y exagerada, mientras que otros consideran que es una representación fiel de su carácter y acciones.
Impacto del hallazgo en la Historia de Inglaterra
El descubrimiento de los restos de Ricardo III ha tenido un impacto significativo en la historia de Inglaterra. La identificación de los huesos ha confirmado la ubicación de su tumba perdida y ha arrojado nueva luz sobre su reinado y su muerte.
Además, el hallazgo ha permitido a los historiadores y arqueólogos estudiar de cerca la vida y la muerte de uno de los monarcas más controvertidos de la historia inglesa. Los restos han revelado detalles sobre su apariencia física, su salud y las heridas que sufrió en la batalla.
La tecnología forense ha desempeñado un papel crucial en la identificación de los restos de Ricardo III. El análisis de ADN ha sido fundamental para confirmar su identidad, mientras que el examen detallado de los huesos ha proporcionado información invaluable sobre su vida y su muerte.
El hallazgo de los restos de Ricardo III ha sido un hito histórico que ha permitido arrojar nueva luz sobre la vida y la muerte de este monarca medieval. El descubrimiento ha generado un gran interés en la comunidad académica y ha abierto nuevas líneas de investigación en el campo de la historia y la arqueología.
El legado de Ricardo III sigue siendo objeto de debate y controversia, pero su impacto en la historia de Inglaterra es innegable. A través del análisis de sus restos, podemos obtener una visión más completa de su reinado y su papel en la Guerra de las Dos Rosas.