El sorprendente hallazgo de un cráneo de bisonte de la Edad de Hielo en Asturias

En la cueva de Rexidora, en Asturias, un grupo de intrépidos investigadores de la Universidad de Oviedo ha hecho un descubrimiento histórico: ¡un cráneo de bisonte de la Edad de Hielo! Este fascinante hallazgo, que se estima tiene entre 30.000 y 40.000 años de antigüedad, es una de las piezas más completas de esta especie encontradas en la Península Ibérica. La reconstrucción de los restos se llevó a cabo en los laboratorios del área Paleontológica del Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo.

Diego Álvarez Lao y Alejandro García Álvarez fueron los valientes encargados de realizar las excavaciones, las cuales fueron financiadas por la universidad. El cráneo recuperado conserva la mayor parte del neurocráneo, una gran parte del lateral derecho del esplacnocráneo, el hueso nasal y una sección importante del núcleo del cuerno derecho. La importancia de esta pieza radica en la fragilidad de los elementos anatómicos de los cráneos, especialmente en los grandes herbívoros como el bisonte.

El bisonte de estepa, al cual pertenece este cráneo, se extinguió en Europa y Asia hace 10.000 años. Aunque se asemeja al bisonte europeo actual, era mucho más grande en tamaño. Sus cuernos, por ejemplo, llegaban a medir hasta 1.2 metros. Se cree que sus hábitos eran similares a los del bisonte americano, siendo habitante de las estepas y alimentándose de vegetación herbácea.

Pero este sorprendente hallazgo no se limita solo al cráneo de bisonte. Durante las excavaciones en la cueva de Rexidora, se encontraron más de 150 huesos de la misma especie, en excelente estado de conservación. Además, se descubrieron restos de otras especies como el ciervo, la hiena y el rinoceronte lanudo. Estos descubrimientos son de gran importancia para comprender la diversidad de fauna que habitaba en la región durante la Edad de Hielo.

A pesar del buen estado de conservación de la pieza, el cráneo se encontró muy frágil, humedecido y descalcificado debido al contacto con el barro durante milenios. El proceso de excavación y extracción fue complicado y el cráneo se extrajo en varios fragmentos que necesitaron ser restaurados y reconstruidos. Sin embargo, gracias al arduo trabajo de los investigadores, ahora podemos admirar esta maravillosa pieza de la historia.

Este hallazgo nos recuerda la importancia de estudiar los fósiles para entender la historia de la fauna durante la Edad de Hielo. Cada descubrimiento nos brinda una ventana al pasado y nos ayuda a reconstruir cómo era la vida en aquellos tiempos remotos.

Otras especies extintas que habitaron Asturias durante la Edad de Hielo

Además del bisonte de estepa, Asturias albergaba una gran variedad de especies durante la Edad de Hielo. Algunas de las más destacadas incluyen al ciervo, la hiena y el rinoceronte lanudo. Estos animales, adaptados a las duras condiciones del clima glacial, dejaron su huella en la región y su presencia se ha documentado a través de los fósiles encontrados en diversas cuevas y yacimientos.

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El ciervo, un majestuoso animal que aún habita en nuestros bosques, también estaba presente durante la Edad de Hielo. Sin embargo, su tamaño era mucho mayor que el de sus descendientes actuales. Estos ciervos gigantes, conocidos como megaloceros, tenían una envergadura de hasta 3 metros y sus astas llegaban a medir más de 3 metros de longitud. Sin duda, eran una impresionante vista en aquellos tiempos.

Por otro lado, la hiena, un carnívoro de aspecto temible, también habitaba en Asturias. Aunque su tamaño era similar al de las hienas actuales, su pelaje era mucho más espeso y su adaptación al frío era evidente. Estos animales se alimentaban principalmente de carroña, pero también cazaban pequeños mamíferos para sobrevivir en el duro entorno glaciar.

Finalmente, el rinoceronte lanudo, una de las especies más emblemáticas de la Edad de Hielo, también dejó su huella en Asturias. Este imponente animal, cubierto de un espeso pelaje, se adaptó perfectamente al clima frío y se alimentaba de plantas herbáceas. Aunque su tamaño era similar al de los rinocerontes actuales, su aspecto era completamente distinto debido a su pelaje lanudo.

El descubrimiento del cráneo de bisonte de la Edad de Hielo en Asturias es un acontecimiento histórico que nos permite acercarnos aún más a la vida en tiempos remotos. Este hallazgo, junto con los restos de otras especies encontrados en la misma región, nos brinda valiosa información sobre la fauna que habitaba en Asturias durante la Edad de Hielo. Cada fósil descubierto es una pieza del rompecabezas que nos ayuda a reconstruir el pasado y comprender mejor nuestro mundo actual.

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